José Monteagudo, portavoz de Educación de IU-Verdes de Cieza, recuerda que el actual Consejero de Educación, Víctor Marín, como el séptimo máximo responsable de la materia desde 2011, supone un continuismo en la política de servilismo a la patronal privada.
Señala que las familias españolas gastan en un año 1.700 millones en clases particulares para sus hijos e hijas y que el 46% del gasto que las familias dedican a las clases particulares corresponde a los idiomas.
IU-Verdes de Cieza ha mostrado una gran preocupación por el hecho de que el pasado año la Comunidad Autónoma de Murcia volvió al primer puesto de la lista de abandono escolar con un porcentaje de 18,7%, aumentando 1,4 puntos con respecto al curso anterior. Su portavoz de Educación, José Monteagudo, aduce como una de las causas a que, en los últimos ocho años, el promedio de los titulares de la Consejería de Educación ha sido de veintiún meses y que el actual Consejero de Educación, Víctor Marín, como el séptimo máximo responsable de la materia desde 2011, supone un continuismo en la política de servilismo a la patronal privada.
"La última Encuesta de Población Activa publicada señala que Murcia supera en cinco puntos la media nacional de abandono educativo temprano en 2022, con una marcada diferencia entre hombres y mujeres ya que mientras que el 13,4% de las estudiantes dejan los estudios a edades tempranas, entre los hombres el porcentaje alcanza el 23,5%", ha precisado Monteagudo.
Además, el portavoz ha incidido en que la Región tampoco despega en las estadísticas de población con estudios superiores, ya que no llega al 40% de murcianos de entre 25 y 34 años que tienen un título universitario o han cursado un ciclo superior de Formación Profesional, lo que sitúa a Murcia a 26 puntos del País Vasco, el territorio con mejores estadísticas.
Por otra parte, Monteagudo se ha referido a que el 47% de los escolares (incluidas las etapas de infantil, primaria, ESO y bachillerato) acuden, en algún momento del curso, a clases particulares, lo que en la práctica conlleva que las familias españolas gasten en un año 1.700 millones en clases particulares para sus hijos e hijas.
"No estamos hablando de actividades extraescolares, que suelen ser más lúdicas y muchas se dan en el mismo centro educativo, sino de formación añadida no reglada e impartida fuera del colegio o instituto para ampliar o reforzar conocimientos, lo que nos lleva a la conclusión de que está fallando la escuela", ha precisado Monteagudo.
También ha incidido en que siendo la asistencia a clases particulares un denominador común tanto entre el alumnado de la red pública como de la concertada (46,5% los primeros y 50% los segundos), el objetivo de esta formación es diferente en función de la renta de la familia. Así, en los hogares más modestos, el empeño de los padres en contratar academias o profesores privados es que sus hijos e hijas no se queden atrás y no repitan curso, mientras que en las familias con mayores ingresos, lo que se busca es ofrecer a los hijos e hijas ventajas competitivas para tener éxito laboral y económico en el futuro.
El portavoz ha concluido exigiendo mayor gasto educativo en profesorado, formación y medios para que "el éxito educativo no dependa del bolsillo de las familias".