Reunidos de forma temporal en una exposición todos los hallazgos arqueológicos de Bolvax

La Cieza que conocemos tiene sus cimientos en la Protohistoria, una época que se extiende entre la cultura ibérica (finales del siglo VI a. C.) y la llegada de la Romanización. El yacimiento arqueológico de Bolvax es el mejor ejemplo de ello, a pesar de que presenta signos de saqueos desde hace tiempo. Este es un problema al que las autoridades han tenido que enfrentarse repetidamente, ya que los restos íberos y romanos han sido un foco de atracción permanente para los saqueadores. Y es que las ruinas, pese a estar situadas en una zona escarpada, sufren un riesgo elevado de expolio. Hasta el próximo 17 de julio el Museo Siyâsa, famoso por sus restos árabes, reúne en una exposición la huella de las culturas íbera y romana en sus vestigios de Bolvax. Es un legado mucho menor que el que dejó la etapa histórica andalusí, que también se desarrolló a las puertas del Valle de Ricote.

La exposición 'Bolvax, del expolio a la excavación científica', resultado de la colaboración entre el Museo Arqueológico de Murcia y el Siyâsa, pretende dar a conocer un periodo cuyo legado aún resulta desconocido para el gran público ciezano. Se trata de una propuesta itinerante, que viajará por distintos municipios de la Región de Murcia, y cuyo discurso expositivo se inicia con una introducción acerca del expolio al que se ha visto sometido el patrimonio histórico español, y en particular este enclave, durante el siglo XX. Este punto de partida sirve para contextualizar la muestra que establece una visión de las campañas arqueológicas llevadas a cabo entre los años 2013 y 2016, lo que permite realizar un acercamiento al método científico empleado y contraponer esta metodología a aquella utilizada por aficionados a la arqueología y expoliadores.

A través de un recorrido por paneles informativos, el visitante podrá encontrar un mosaico de imágenes acompañadas de textos relacionados tanto con la arqueología como con la expoliación: 'La protección del patrimonio a través del tiempo', 'Protegiendo nuestro patrimonio desde el siglo XIX hasta la Transición', 'Arqueología versus expolio: los daños del expolio al patrimonio arqueológico', 'Expolio a la carta', 'El Estado contraataca: la lucha contra el expolio y el tráfico ilegal e 'Intenet: de aliado de los expoliadores a la tumba', entre otros. También es una reflexión sobre cómo la arqueología se desvela como una ciencia desde la que se plantean distintas cuestiones gracias al estudio, descripción e interpretación de las civilizaciones antiguas a través de los monumentos, las obras de arte, los utensilios y los documentos que de ellas se han conservado hasta la actualidad.

Se presentan, además, por primera vez, más de un centenar de piezas arqueológicas decomisadas por la Guardia Civil y que han sido cedidas por el museo capitalino, junto a su correspondiente información descriptiva, para esta muestra itinerante. Son elementos excepcionales en oro, plata, bronce, vidrio o cerámica que dan fe de la rica cultura material de los pobladores de la época. Entre los objetos íberos que se exhiben destaca un plato de decoración pintado en color rojo vino que representa motivos geométricos. También llama la atención del observador un fragmento de cerámica ibérica que lleva pintado un ojo con pestañas o un vaso del mismo periodo con decoración en color rojo vino y blanco con bandas horizontales y motivos geométricos. En el yacimiento arqueológico, localizado en el acceso natural al Valle de Ricote, se ha documentado un gran volumen de materiales.

Suele pensarse que la historia de Cieza se centra en su pasado andalusí. Sin embargo, la presencia íbera y romana en tierras de la Vega Alta era muy anterior. Ya seis siglos antes surgió en el morrón de Bolvax, concretamente en la margen izquierda del río Segura, una fortificación íbera que dominó durante largo tiempo este estratégico emplazamiento. Cieza hace esfuerzos para proteger su patrimonio histórico y debe hacerlo respetando su mayor tesoro, que es su propio pasado. A la sociedad actual le toca excavar para recuperar e investigar para saber. Los poderes públicos deben hacer cumplir el artículo 46 de la Constitución, que les obliga a garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran. Esta muestra es un paso más en las iniciativas que llevan a cabo en la ciudad sobre su pasado íbero y romano.

La presentación estuvo presidida por el alcalde Pascual Lucas, quien transmitió "todo su agradecimiento" al trabajo de comisariado realizado por el director del Servicio Municipal de Museos, Joaquín Salmerón; el director del Museo Arqueológico de Murcia, Luis de Miquel, y la responsable de las campañas de excavación en Bolvax, María José Morcillo. En su intervención el regidor anunció que el Ayuntamiento ha solicitado un taller de empleo, compuesto por 15 personas, para volver a excavar en el yacimiento íbero-romano con el fin de avanzar en su estudio. Explicó Samerón a los asistentes que "es un día memorable para todos los ciezanos porque han vuelto a su ciudad, de manera temporal, las piezas extraídas ilegalmente hace cuarenta años". Entre el público estaba la concejal de Museos, Conchi Villa, y los miembros de la Corporación Antonio Montiel, Ignacio Erquicia, Mónica García, Juan José Piñera y Laura Villa.

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