Una noche única, divertida y formativa en la biblioteca municipal

No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices, dice Stevenson, autor de la célebre novela 'La isla del tesoro'. Y el deber de una biblioteca es procurar la felicidad de sus usuarios. Por ello, la Biblioteca Municipal Padre Salmerón propuso este viernes una experiencia a quince de sus usuarios más jóvenes: pasar la noche del 24 al 25 de octubre en sus instalaciones para conmemorar el Día Internacional de las Bibliotecas. 

La actitud de los pequeños irradiaba curiosidad y felicidad ante esta actividad de ocio educativa. Así lo pudo comprobar la concejala delegada de Biblioteca, María Turpín, que quiso saludar personalmente a los participantes que llegaron a las nueve de la noche pertrechados de un saco de dormir y esterilla, útiles de aseo y ganas de pasarlo bien. También acompañaron a Turpín los ediles Francisco Martínez, María Ángeles Ruiz y Ana Salmerón.

Acompañados por monitores de La Casa Azul, los niños participaron en distintas dinámicas encaminadas al fomento de la lectura y tuvieron la oportunidad de dormir en el interior de la biblioteca. Cuentacuentos y lecturas guiadas, entre otras actividades, sirvieron para inculcar a los participantes el amor a los libros, el gusto por la lectura y el valor de la biblioteca como servicio público. Un desayuno puso este sábado el colofón a la experiencia.

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